martes, 23 de octubre de 2007

INDIOS FRENAN REPRESA EN PONCE


El ICP ordenó detener la construcción debido al hallazgo de un yacimiento arqueológico.

Por Sandra Caquías Cruz / end.scaquias@elnuevodia.com

PONCE - Las obras de construcción de una represa en el río Portugués en esta ciudad fueron detenidas temporeramente ayer, tras haberse encontrado en el lugar lo que parece ser un poblado indígena de considerable antigüedad e importancia, confirmaron ayer portavoces del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP).

La arqueóloga Diana López, del Consejo de Arqueología del ICP, encabezó una visita ayer en el área donde, antes de poner el pie, ordenó que se detuvieran los trabajos de excavación y extracción de piezas arqueológicas, así como el envío de éstas a Estados Unidos.

En la tarde, personal del ICP se reunió con el secretario de Recursos Naturales y Ambientales, Javier Vélez Arocho, proponente de la construcción de la represa, y confirmaron la decisión de detener las obras mientras se dilucida qué se hará con el yacimiento.

Las obras tienen un valor de $247 millones y sacaría de vivir en zonas inundables a unas 13,000 familias de la zona oeste de Ponce.

La represa es la fase final de un ambicioso proyecto que el Cuerpo de Ingenieros desarrolla, conocido como Bucaná-Portugués, que incluye la construcción de dos represas, la canalización de varios ríos y el desarrollo de áreas recreativas.

El yacimiento, del cual El Nuevo Día informó en enero de este año, evidencia más de una cultura indígena y hasta ayer se habían encontrado 66 osamentas. Está en tierras que quedarán bajo agua cada vez que suba el nivel de la represa a consecuencia de las lluvias.

Milenario hallazgo

En varias áreas del yacimiento hubo excavación con maquinaria, de hasta cuatro pies de profundidad, para remover corteza terrestre y poner al descubierto el poblado indígena.

La arqueóloga Marisol Rodríguez, ayudante especial del director del ICP, explicó que se trata de un yacimiento del periodo monserrate (700 al 900 después de Cristo) y el chicoide (1200 al 1500 después de Cristo).

Entre los hallazgos se encuentra un batey de 40 x 50 metros, la ubicación de un bohío, 16 piedras talladas con petroglifos y osamentas, algunas enterradas de espalda a la superficie o debajo de lo que fue un bohío y otras con vasijas, además de decenas de artefactos tallados por los indios. Se estima que el área cubre unas nueve cuerdas.

Chris Espenshade, arqueólogo de la compañía New South Associates, contratada por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos para realizar la excavación, informó que enviaron piezas al estado de Georgia, pero no especificó la cantidad. “En Puerto Rico no hay un centro de curación certificado. La idea es regresarlas”, dijo.

Depósito de tierra

El yacimiento está a pocos pasos de un río, justo en la parte posterior de una antigua residencia de la comunidad Tibes, vecindario expropiado hace más de una década para dar paso a la construcción de la represa.

El ingeniero residente del proyecto, Pablo Vázquez explicó que el área del yacimiento estaba identificada como el lugar donde depositarían la tierra que necesitan extraer del lugar de donde se removerá la piedra que utilizarán en la construcción de la represa.

Desde enero, el ICP sabía del descubrimiento y le escribió al Cuerpo de Ingenieros para pedir una explicación sobre los trabajos en ese yacimiento, hasta ahora conocido como Ponce 29. El número obedece a la cantidad de yacimientos descubiertos en esta ciudad.

Photo: Miembros del Consejo de Arqueologia para la proteccion del patrimonio cultural y terrestre adscrito al ICP visitaron los terrenos del Barrio Tibes de Ponce. (Tony Zayas/END)