domingo, 20 de abril de 2008

Veredicto a favor de la arqueología

Jueza declara culpable a los primeros arrestados por violar la ley que protege patrimonio histórico de Puerto Rico

El trío hallado culpable de saquear un yacimiento arqueológico enfrenta condenas de hasta cinco años de cárcel. Archivo

Por Keila López Alicea / keila.lopez@elnuevodia.comEsta direcci�n de correo electr�nico est� protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla

La lucha de los arqueólogos puertorriqueños contra los saqueadores de yacimientos comenzó a rendir frutos esta semana, cuando una jueza del Tribunal Superior de Mayagüez declaró culpable a tres hombres acusados de saquear una excavación arqueológica.

La jueza Aixa Rosado Pietri encontró culpables el jueves a Luis A. Irizarry Ortiz, Rafael Ríos Ortiz y David Villanueva Román de delito grave bajo la Ley 112 de 1988 por saquear un sitio arqueológico en noviembre pasado.

“Esto es un hecho histórico para la arqueología en Puerto Rico... Así demostramos que es posible proteger el patrimonio histórico con las leyes que tenemos, si se hacen valer”, expresó el arqueólogo José Ortiz Aguilú, quien está a cargo de la excavación saqueada en la finca Altagracia en el barrio El Maní de la Sultana del Oeste.

El arqueólogo explicó que la gravedad de los saqueos radica en que sacan los artefactos de su “contexto arqueológico”, el aspecto más importante para dichos estudiosos.

Según el fiscal del caso, Orlando Velázquez, el veredicto de culpabilidad fue posible gracias a las declaraciones de Ortiz Aguilú y de otros expertos, quienes explicaron el daño que causan los saqueos al estudio arqueológico.

“Esto es un precedente importante en el sentido de que se ejecuten de ahora en adelante las leyes que protegen el patrimonio histórico, que eso nunca se había logrado en Puerto Rico”, señaló Velázquez.

La vista de sentencia de este caso será el 6 de junio. Los inculpados ahora enfrentan condenas de entre 3 a 5 años de cárcel y multas de $5,000 cada uno.

Fuente: El Nuevo Dia