Por Eugenio Hopgood Dávila / ehopgood@elnuevodia.com
Los nuevos taínos de Puerto Rico no viven en yucayekes (poblados) ni en comunas, ni andan con sus atuendos indígenas a diario, pero su campo de acción va desde la celebración de rituales religiosos en cavernas hasta la presentación de ponencias en foros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La cantidad y ubicación de los neotaínos no está muy clara, pero se sabe que hay diversas organizaciones que varían en sus creencias y métodos, algunas con conflictos entre sí.
Martín Veguilla, Cacibaopil, cacique del Concilio Taíno Guacu-Matú a Borikén, asegura que su grupo tiene unos 320 miembros en la Isla y algunos núcleos dispersos en Texas y República Dominicana. “Soy como un misionero, apoyo grupos en diferentes pueblos. Ahora estoy trabajando Comerío. Empecé en Levittown, luego Loíza, Vega Alta, Vega Baja y Maricao”, dice.
Elba Lugo, conocida como Anaca, es más parca en cuanto a la descripción de su membresía, pero dice tener cientos de taínos en su Consejo General de Taínos Borinkanos (CGTB).
“Hemos tenido cientos de miembros porque lo de nosotros es formar grupos que luego son autónomos, y si siguen fieles a los principios taínos, los seguimos reconociendo”, explica Anaca. “Ya el Consejo está en niveles que tenemos que ir a deponer en la ONU en mayo sobre la situación de Borikén y vamos a entrar en el caso de Jácana”, añade, en alusión al yacimiento arqueológico recién descubierto en Ponce y sobre el que tanto arqueólogos como “taínos” han criticado su manejo.
Para sus gestiones internacionales, Anaca seguro contará con el apoyo de Roberto “Múkaro” Borrero, a quien el Consejo considera su “embajador ante la ONU” y que como cacique indiscutible de lo que podría llamarse los “tainoricans”, encabeza la United Confederation of Taíno People con sede en Nueva York.
Para ver el artículo completo, favor visite:
Los nuevos taínos de Puerto Rico no viven en yucayekes (poblados) ni en comunas, ni andan con sus atuendos indígenas a diario, pero su campo de acción va desde la celebración de rituales religiosos en cavernas hasta la presentación de ponencias en foros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La cantidad y ubicación de los neotaínos no está muy clara, pero se sabe que hay diversas organizaciones que varían en sus creencias y métodos, algunas con conflictos entre sí.
Martín Veguilla, Cacibaopil, cacique del Concilio Taíno Guacu-Matú a Borikén, asegura que su grupo tiene unos 320 miembros en la Isla y algunos núcleos dispersos en Texas y República Dominicana. “Soy como un misionero, apoyo grupos en diferentes pueblos. Ahora estoy trabajando Comerío. Empecé en Levittown, luego Loíza, Vega Alta, Vega Baja y Maricao”, dice.
Elba Lugo, conocida como Anaca, es más parca en cuanto a la descripción de su membresía, pero dice tener cientos de taínos en su Consejo General de Taínos Borinkanos (CGTB).
“Hemos tenido cientos de miembros porque lo de nosotros es formar grupos que luego son autónomos, y si siguen fieles a los principios taínos, los seguimos reconociendo”, explica Anaca. “Ya el Consejo está en niveles que tenemos que ir a deponer en la ONU en mayo sobre la situación de Borikén y vamos a entrar en el caso de Jácana”, añade, en alusión al yacimiento arqueológico recién descubierto en Ponce y sobre el que tanto arqueólogos como “taínos” han criticado su manejo.
Para sus gestiones internacionales, Anaca seguro contará con el apoyo de Roberto “Múkaro” Borrero, a quien el Consejo considera su “embajador ante la ONU” y que como cacique indiscutible de lo que podría llamarse los “tainoricans”, encabeza la United Confederation of Taíno People con sede en Nueva York.
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